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Que el cliente cambie la manera en que ve y por lo tanto actúa en su mundo personal y/o profesional.
Varían de cliente a cliente dependiendo de sus objetivos e inquietudes personales. Posibles resultados son un mejor entendimiento de su impacto en otras personas y en los resultados que desea obtener; mejores relaciones; coordinación de acción más eficiente; prácticas y estrategias para ser un líder más efectivo; mayor satisfacción personal y bienestar, etc.
Cualquier aprendizaje puede ser incómodo. Se requiere un espíritu dispuesto a dejar los terrenos conocidos (zona de confort) y aventurarse en territorios nuevos y posibilitadores. El coach te guiará durante el proceso, asegurándose de que estés en un espacio de aprendizaje adecuado, siempre sabiendo que el proceso y los resultados te pertenecen a ti.
La terapia es de modelo clínico, depende del diagnóstico/patología, es sobre arreglar el pasado y buscar la sanación; el coaching es de modelo de aprendizaje y desarrollo, entiende el pasado como contexto y crea futuro, es decir, aborda el presente para diseñar un futuro deseado. La terapia es llevada por una relación doctor-paciente; el coaching por una asociación igualitaria co-creadora coach-cliente. En la terapia, el progreso suele ser más lento y doloroso; en el coaching el progreso suele ser rápido y agradable. La terapia trata con pacientes que tienen alguna disfunción o enfermedad, es decir, que tienen "algo roto"; el coaching trata con clientes que son creativos, tienen todos los recursos necesarios para generar lo que aspiran, y son personas completas. La diferencia es una cuestión de enfoque.
En breve, el consultor pregunta, observa, analiza y da soluciones "expertas" según los resultados buscados. El coach escucha, pregunta, observa, resuena, ofrece, acompaña y fomenta que el cliente descubra por su cuenta, integrando poderosamente sus propios aprendizajes hacia los resultados buscados u otros revelados en el camino.
Nuestra opinión es que ninguno es mejor que el otro. Son simplemente distintos enfoques de lidiar con búsquedas y necesidades. Al mismo tiempo pensamos que cuando el cliente conecta con su coherencia y encuentra su propio camino, los resultados obtenidos son de un impacto transformador.
En meta-cohaerencia seguimos el código ético del coaching avalado por la ICF. Toda la información aquí.
Te recomendamos echar un vistazo a la página web de ICF. Encontrarás información y más enlaces aquí.
Depende del coach, de su formación, experiencia, contexto... Encontrarás coaches que cobren desde 60 euros por sesión personal, hasta coaches que cobran 500 euros o más por sesiones ejecutivas. No dudes en preguntar y comparar.
Es habitual que oscile entre los 45 minutos y una hora y media. Suele ofrecerse una hora por sesión en los contratos de coaching.
Recomendamos que no dure menos de 3 meses. El coaching ontológico y transformacional suele requerir de un tiempo de reacomodo, descubrimiento y aprendizaje para incorporar los hallazgos y avances del cliente en un nuevo accionar que lleva a nuevos resultados. Esto no quiere decir que procesos de cuatro sesiones sean insuficiente para lograr resultados de impacto. En el coaching organizacional, es habitual tener relaciones de tres, seis meses y hasta un año.
Por supuesto que se puede. Se hace y con excelentes resultados. Si bien lo ideal es tener sesiones presenciales en que esta se enriquece con la visión y resonancia que obtiene el coach con la corporalidad, energía y movimiento del cliente, esto no quiere decir que no se tengan elementos muy valiosos a utilizar en las sesiones telefónicas a través de lo captado en la voz, cadencia, respiración y a través de preguntas planteadas por el coach. Las ventajas de la sesiones telefónicas son el evitar tiempos muertos por desplazamientos, y poder tener una relación de coaching con gente geográficamente distante.
Absolutamente. En nuestro contrato inicial lo acordamos. Todo lo tratado con el cliente se queda en el espacio conversacional coach-coachee. La excepción se da cuando en casos extremos algún tribunal de justicia obliga a revelar información por lo demás confidencial.
Duración adaptada a las necesidades del cliente. Intervenciones de charlas desde una hora, hasta seminarios de una mañana o tarde completa.
Duración adaptada a las necesidades del cliente. Habitualmente, los módulos pueden oscilar entre dos y seis horas. Se ofrece modalidad intensiva (días seguidos) o extensiva (módulos de un día por semana, quincena o mes).
Dependiendo de las necesidades del cliente, suelen llevarse a cabo en las instalaciones de la empresa/organización que contrata el servicio, o en hoteles y centros acondicionados para clientes con otras necesidades.
Te ofrecemos una sesión telefónica o presencial informativa gratuita, en que ya podemos abordar temas prácticos que te inquieten. Contáctanos para acordar una visita/llamada personal u organizacional.
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